En las últimas semanas, y sobre todo después del cobarde asesinato de un Carabinero, hemos oido una serie de propuestas y comentarios respecto de la seguridad ciudadana. Como me parece un tema de la mayor importancia, quiero dar la lata sobre algunos aspectos de él.
En primer lugar, y aunque parezca obvio, es bueno recordar que la seguridad ciudadana es responsabilidad de toda la sociedad. De nada sirve que las policías y los fiscales hagan su pega, si es que todos nosotros miramos hacia el costado cuando observamos que algo extraño sucede a nuestro alrededor.
Partiendo de la premisa de que en muchos casos la ocasión hace al ladrón, debemos adoptar las medidas necesarias para que los antisociales tengan problemas en su cometido. Así por ejemplo, la incorporación de elementos físicos de resguardo en una vivienda (protecciones, alarma, luces de emergencia, etc), la coodinación y el apoyo entre vecinos (alarmas, pitos o teléfonos de emergencia) e incluso el simple cuidado de dejar todo bien cerrado al salir pueden evitar la ocurrencia de un delito. Ojo que no se trata de aceptar como normal que los buenos ciudadanos deban vivir encerrados por temor a los antisociales. Los que deben estar tras las rejas son los delincuentes y no nosotros.
En segundo lugar debemos tener buenos y suficientes policías. Son inentendibles las palabras del General Director de Carabineros cuando rechaza la posibilidad de tener 12 mil Carabineros mas en 4 años. Su razonamiento es el equivocado pues para fundamentar su negativa señala que hoy no está en condiciones de seleccionar y de formar esa cantidad de funcionarios, lo que es obvio. El tema no es cuantos Carabineros puede formar hoy, sino que cuantos requiere Chile para estar en paz. Lo demás se pide, pues si es necesario invertir en mas escuelas, instructores, uniformes etc. debe pedirlo. Asimismo, se debe sincerar la lamentable situación de la policía uniformada:
La Dotación simplemente no alcanza. A modo de ejemplo, hoy para los 500 mil habitantes de Puente Alto hay 400 Carabineros. en esa misma comuna, para el cuadrante de la Población El Volcan hay entre 4 y 6 uniformados. Con esos números la prevención es imposible y hablar de plan cuadrante simplemente es un mal chiste.
La falta de dotación se traduce en jornadas de trabajo de mucho mas de 12 horas diarias, sin descanso suficiente para reponerse y sin el pago de la enorme cantidad de horas extras trabajadas. Esta forma de trabajar hace imposible al carabinero tener una vida familiar digna y genera una enorme deserción que se acentúa al cumplir el funcionario los 20 años de servicio, momento en el cual prefiere "jubilar" con apenas 40 años, con una pensión muy baja, pero con la posibilidad de trabajar en alguna otra actividad. El costo de esta fuga de capital humano es inmenso, pero hasta la fecha nada efectivo se ha hecho para evitarlo.
Sume a lo anterior, remuneraciones muy inferiores a las que correspondería a quien desarrolla tan importante labor, poniendo a diario en riesgo su vida en cumplimiento de su labor.
No hay ninguna Comisaría que reciba los recursos suficientes para funcionar. El combustible para los vehículos, su mantención, la papelería del día a día y así las distintas necesidades, se logran cubrir gracias al subsidio que reciben de los municipios, sin el cual simplemente no se podría trabajar.
El equipamiento es anticuado y escaso. Desde los uniformes que en 30 años han sido escasamente modificados, hasta el armamento en su mayoría compuesto por revólveres de 40 años, el equipamiento debe ser reemplazado por el adecuado para enfrentar delincuentes cada vez mejor armados y preparados. El ejemplo de la policía francesa, tanto en ropa cómoda y funcional, como en equipos de comunicaciones y armas de primera línea debe ser seguido si queremos mejores resultados. En este punto harbía que consignar que además, cuando hay equipos no siempre se pueden usar. Un caso lamentable son las restricciones al uso de cascos de acero en la calle, pues aunque no se quiera reconocer, el Cabo Vera se habría salvado de haber usado alguno de los cascos que se oxidan guardados en su unidad. La responsabilidad por esto correponde a las autoridades políticas, que por un tema de "imagen" no permiten el uso de elementos que hagan parecer demasiado agresivos a nuestros policías.
Bueno, eso y mucho mas es lo que podría comentar al respecto. Pero dejando de lado tanto problema, quiero terminar mi comentario señalando que no obstante todo lo relatado, día a día miles de Carabineros salen a la calle orgullosos y serenos, conscientes de que su sacrificio es un enorme aporte al tan comentado desarrollo de nuestro querido Chile. Lo bonito es que ese sacrificio es correspondido por quienes se benefician de él, pues pese a todo lo que se suele pensar de la relación entre la policía y la comunidad, Carabineros de Chile es la institución mejor evaluada por la gente en TODAS las encuestas, superando incluso a instituciones tan respetables como la Iglesia.
